Las inversiones necesarias de construcción o restauración de edificios para que minimicen el consumo energético suelen ser de importes muy elevados y con plazos de recuperación superiores a los 30 años. Ello hace necesario establecer medidas que incentiven este tipo de inversiones y la eficiencia y el ahorro energéticos o medidas que faciliten la implantación de una regulación ambiciosa que facilite el acceso a la financiación necesaria.
En la primera sección de este informe, se clasifican, describen y comparan los instrumentos económicos usados en la política de eficiencia energética, como son los puramente fiscales (impuestos y beneficios fiscales), medidas financieras como préstamos y subvenciones, mecanismos de mercado como el comercio de derechos de emisión o los certificados verdes o inversiones directas como contratación pública, inversión pública en I+D o inversiones en infraestructuras públicas.
En la segunda sección analiza cómo estos instrumentos económicos se utilizan para mejorar la eficiencia energética en edificios dando información sobre qué medidas son más efectivas en diferentes circunstancias o cuales son mejores para superar barreras especificas. Esta sección está dirigida especialmente a la eficiencia en los edificios.
La última sección está dedicada a explicar cómo se financian estos instrumentos. En este sentido, hay una gran variedad de opciones abiertas a los gobiernos, como son: la asignación con cargo a presupuestos generales, recaudación mediante impuestos, ingresos derivados del comercio de derechos de emisión, inversores institucionales, así como diferentes medios de recolección y/o desembolso como los fondos y bancos públicos, a través de agencias de eficiencia energética o de bonos verdes. Por otro lado, los gobiernos deben buscar formas para implicar más al sector privado en la financiación de este tipo de proyectos.
Finalmente, el informe destaca la importancia de realizar auditorías obligatorias en los edificios, ya que ayudarían a identificar los mayores potenciales de ahorro en cada caso. Adicionalmente, las empresas de servicios energéticos debieran ofrecer servicios próximos a los usuarios finales, incluyendo asistencia técnica, campañas y actividades de sensibilización.