KIC InnoEnergy ha desarrollado modelos de costes para cuatro de las tecnologías renovables más relevantes (eólica, eólica off-shore, solar térmica y solar fotovoltaica) en los que se muestran el impacto estimado de las innovaciones futuras en el coste nivelado (Levelized cost of electricity-LCOE) de cada una de ellas. En el informe “Future renewable energy costs: solar photovoltaics”, publicado en febrero de 2016, se analiza el impacto del desarrollo tecnológico en la futura evolución de los costes de las instalaciones solares fotovoltaicas europeas en los próximos 15 años.
Para realizar este estudio, se han incluido en el análisis diferentes tipos de instalaciones solares fotovoltaicas, según la tecnología empleada (células de silicio cristalino convencionales, de silicio cristalino de alta eficiencia o de película fina), su ubicación (en tejados o en tierra) y año en el que se realiza la inversión (2015, 2020 o 2030). Para las diversas alternativas se ha estimado el impacto de más de 30 innovaciones tecnológicas, así como de otras posibles innovaciones en la cadena de suministro.
Los análisis realizados concluyen que las innovaciones vinculadas directamente a la tecnología fotovoltaica permitirán reducir el coste nivelado de la energía solar FV entre 2015 y 2030 entre un 22% y un 30%, dependiendo de la tecnología y la ubicación. Concretamente, en el caso de las instalaciones en tierra, que empleen tecnología de silicio cristalino convencional mejorarán un 22% su LCOE, mientras que las de alta eficiencia y las de película fina tendrán una reducción mayor, de entorno al 30%.
Por otra parte, gran parte de la mejora en el LCOE está concentrado en un reducido número de innovaciones, consiguiendo el 80% de la reducción a través de 7 innovaciones vinculadas a la producción de las celdas, la vida útil de los inversores y los módulos fotovoltaicos sin marco. En el caso de las instalaciones con celdas de película fina está concentración se eleva hasta el 90%.
Asimismo, las reducciones en la inversión por MW instalado se sitúan entre un 19% y un 32% en el periodo 2015-2030. Esta mejora es mayor en el caso de las células de alta eficiencia y los de película fina, debido al menor grado de madurez de dichas tecnologías. Se espera una disminución de los costes de operación de un 20% y un aumento de la generación eléctrica anual (para la misma capacidad nominal) de entre un 3% y un 6%.
Los resultados reflejan que la tecnología que se utiliza principalmente en la actualidad (células de silicio cristalino convencionales) será progresivamente reemplazada en el futuro por células de alta eficiencia y por las de película fina, en la medida en la que la tecnología madure mejorando su competitividad.