Eurelectric ha publicado el informe “The power sector goes digital: next generation data management for energy consumers.” En él se analiza la digitalización del sistema eléctrico y los principios regulatorios necesarios para acometer esta transformación.
Los avances en las tecnologías de telecomunicación están transformando el sector eléctrico, impactando en las estrategias de negocio de las compañías, así como en las relaciones entre consumidores y utilities.
Los nuevos desarrollos permitirán una mayor interconexión entre dispositivos que incrementarán el volumen y la granularidad de la información sobre los patrones de consumo de los usuarios, aumentando la transparencia y la adaptación de la oferta a las necesidades reales del cliente.
Gracias a ello, los consumidores obtendrán un mayor control de su consumo eléctrico, adquiriendo un mayor protagonismo en el mercado energético, y disfrutarán de un mayor grado de interconexión e interactividad entre sus dispositivos domésticos. Los suministradores podrán optimizar su negocio y elaborar nuevas ofertas a medida, mejorando la comunicación con los clientes. Los operadores de la red tendrán más herramientas para gestionar eficientemente las redes eléctricas y podrán integrar más capacidad de energías renovables. Asimismo, esta digitalización traerá consigo nuevos retos regulatorios, normativos y tecnológicos.
Para poder enfocar adecuadamente los retos regulatorios y técnicos de este proceso, es necesario diferenciar entre los datos recogidos desde i) los contadores inteligentes, que recogen información del consumo y en los casos de generación distribuida de producción, ii) las redes inteligentes, en las que se encuentran los sistemas de medición que analizan el voltaje, la calidad de la potencia o la frecuencia, y iii) el mercado inteligente, que agrupa la información generada por la relación contractual entre suministradores y clientes.
No obstante, esta digitalización del sistema eléctrico está evolucionando más lentamente de lo previsto. Esto es consecuencia, por una parte, de los análisis de coste-beneficio relativos a la instalación de contadores inteligentes y, por otro, de los requisitos de privacidad y seguridad de datos de los consumidores. Mientras que los problemas de viabilidad económica podrán ser resueltos a través de los mercados eléctricos y de la innovación, algunas de estas barreras se deben abordar desde la regulación energética.
No existe un modelo regulatorio aplicable a todos los países de la Unión Europea para la gestión de contadores inteligentes. No obstante, se deberían cumplir ciertos principios comunes para optimizar la recogida de datos desde estos dispositivos: i) privacidad y seguridad, ii) neutralidad, iii) no discriminación, iv) transparencia, v) eficiencia de costes y vi) calidad de recogida.
Los reguladores tendrán que asegurar que la información fluye de manera y tiempo adecuados entre los operadores de la red, los consumidores y el resto de agentes del mercado. De la misma forma, deberán establecerse estándares europeos para desarrollar procesos, marcos de análisis, formatos de datos y protocolos de comunicación compatibles entre los diferentes países.