Experiencias recientes en la reforma del mercado de la electricidad han reavivado el debate existente sobre las ventajas de los mercados liberalizados frente a los sistemas con planificación centralizada. En el pasado, se han criticado los mercados liberalizados poniendo en duda los resultados obtenidos en términos de precio, nivel de inversión, almacenamiento o seguridad de suministro.
Actualmente, este debate ha cobrado mayor relevancia por dos razones: (i) el importante papel que juega el sector eléctrico en la descarbonización y (ii) la creciente liberalización de los mercados eléctricos en muchos países en desarrollo desde la década de los noventa.
Así, el informe analiza las consecuencias de que los países desarrollados y los que se encuentran en vías de desarrollo puedan acabar evolucionando en sentidos opuestos en política energética (los primeros hacia modelos centralizados y los últimos hacia una liberalización de sus mercados), en la búsqueda del mismo objetivo final de mitigar el impacto medioambiental por medio de la proliferación de fuentes de energía renovables. Por último, el documento concluye señalando que el modelo óptimo debe reconocer las particularidades de cada mercado y cómo éstas determinan las reformas del sector en cada caso.