El portal web Utility Dive ha publicado el artículo “The Year of the Customer: 5 demand management trends to watch in 2016”, en el que analiza las cinco principales tendencias en el ámbito de la gestión de la demanda en el año 2016.
La gestión de la demanda no es un concepto nuevo. Ha existido desde hace décadas, aunque en formas mucho más sencillas y con un menor potencial. La evolución tecnológica y el cambio cultural, sin embargo, le ha dotado de una capacidad de influencia en el sector mucho mayor, convirtiéndola en un mecanismo capaz de generar beneficios predecibles y consistentes, tanto a los consumidores como a las compañías eléctricas. Su enfoque también ha cambiado, pasando desde una orientación al proyecto o a la solución hacia una orientación al cliente.
Las cinco tendencias identificadas son:
- Expansión de mecanismos de respuesta a la demanda conductuales: Los mecanismos de respuesta a la demanda utilizan la información que recopilan los medidores inteligentes instalados en los hogares de los usuarios para ofrecerles recomendaciones personalizadas en tiempo real y modificar su consumo, reduciendo el coste de la factura eléctrica. En 2015, fabricantes de estos mecanismos, como Opower, anunciaron que sus programas permitían reducir el pico de demanda del sistema en un 3-5% en los meses de verano, cifra similar a la conseguida en el año anterior. Se estima que el mercado de los mecanismos de respuesta crecerá desde los 215 millones de dólares en 2015 hasta los 2.500 millones en 2024.
- Incremento de la gestión del Big Data: Los mecanismos de gestión de la demanda se apoyan en el Big Data para realizar recomendaciones que modifiquen los patrones de los consumos de los consumidores. El incremento de los dispositivos inteligentes en nuestro hogar (el Internet de las Cosas) provocará un aumento de la información disponible sobre los hábitos de los consumidores y permitirá una gestión más eficiente de la red por parte de las utilities.
- Despliegue del vehículo eléctrico: A pesar de que el actual bajo precio del petróleo no está favoreciendo el despliegue de los vehículos eléctricos, el Departamento de Energía de Estados Unidos anticipa un crecimiento del 400% en las ventas anuales para el año 2023, llegando a los 2,7 millones de coches eléctricos. Este incremento afectará indudablemente al sistema eléctrico generando oportunidades para las utilities en la gestión y operación de las infraestructuras vinculadas a estos vehículos.
- Desarrollo de empresas de servicios energéticos: Los estados de California y Nueva York están desarrollando iniciativas que fomenten la participación de compañías no-utilities en el sistema eléctrico. Ante ello, las utilities están buscando oportunidades de colaboración con estas empresas de servicios energéticos creando planes de negocio conjuntos.
- Madurez de los Sistemas de Gestión de la Energía en el Hogar (HEMS, por sus siglas en inglés): Se prevé que la industria de HEMS duplique su valor para el año 2022, llegando a los 2.200 millones de dólares. En este sentido, el Internet de las Cosas y el desarrollo de nuevos dispositivos automatizados en los hogares y en las oficinas permitirán el control de estos aparatos desde cualquier lugar e incrementar el potencial de la gestión de la energía.