La consultora West Monroe ha elaborado el documento “Keeping the lights on: addressing the challenge of distributed energy resource growth”. En él, se presentan los resultados de una encuesta realizada a clientes, utilities y comisiones reguladoras acerca del estado actual y futuro del desarrollo de las fuentes de energía distribuida (DER, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos.
Los autores recopilan, desde distintas perspectivas, la visión que los agentes involucrados tienen respecto a las DER, y en concreto, la disposición de los clientes para adoptarlas, los desafíos y oportunidades que suponen para las utilities, y las acciones presentes y futuras de los reguladores.
Las utilities, así como las comisiones reguladoras, están participando activamente en el desarrollo de las DER, al implementar cambios y prestar recursos y apoyo para reforzar su implementación. Así, los reguladores de diferentes estados de los Estados Unidos (Nueva York, California, Massachusetts, etc.) están replanteándose el rol tradicional de las utilities reguladas y proponiendo alternativas para la inclusión de las DER en su planificación de recursos de distribución. A su vez, cada vez más reguladores abordan medidas como el incremento o la eliminación del límite a las cargas en el balance neto, la captura de valor de los créditos solares o apoyos a los sistemas solares de la comunidad.
A pesar de lo anterior, los reguladores siguen necesitando comprender en mayor profundidad los retos y preocupaciones de las utilities, con el fin de reflejarlos en sus políticas y minimizar las barreras y las reticencias al desarrollo de las DER. Los reguladores deben prestar una menor atención a los precios y más a los costes, identificando mecanismos que ayuden a las utilities a conseguir los niveles de fiabilidad y resiliencia necesarios en la red. Además, se deberían investigar nuevos modelos de reparto de riesgos e ingresos para fomentar la innovación, explotando el potencial de recabar información en tiempo real y el de fijación de tarifas basada en el rendimiento.
Asimismo las utilities deben considerar a las DER como una oportunidad más que una amenaza, ya que permiten ampliar su modelo de negocio y fortalecer las relaciones con los clientes mediante el apoyo y la simplificación del proceso de implantación de las DER.
En conclusión, es preciso un esfuerzo conjunto de las utilities y reguladores para adaptarse a los cambios que acarrea el desarrollo de las DER, de forma que visualicen sus beneficios económicos, sociales y medioambientales e impulsen su desarrollo.