La European Distribution System Operators Association for Smart Grids (EDSO) ha preparado el informe “Adapting distribution network tariffs to a decentralised energy future” en donde se analiza la necesidad de implementar nuevos mecanismos de diseño de tarifas para los distribuidores eléctricos ante la creciente integración de fuentes de energía renovables distribuidas[1].
Tradicionalmente los costes de los Operadores del Sistema de Distribución (DSO, por sus siglas en inglés) dependen de sus inversiones en redes y su mantenimiento (gracias a las cuales se garantiza un suministro eléctrico de calidad en el momento que es requerido), mientras que sus retribuciones dependen de la cantidad de energía que fluye por sus redes destinada al consumo para el cliente final.
Sin embargo, en los últimos años han surgido diferentes fenómenos (integración de la generación renovable, la figura del prosumidor, etc.) que han impactado en el modelo de negocio de los DSO provocando una mayor variabilidad tanto de la cantidad de electricidad generada como del consumo eléctrico. Por tanto, los DSO deben plantearse cambios en su modelo tradicional para poder seguir garantizando simultáneamente, i) el adecuado diseño de la red para hacer frente cualquier situación de demanda, ii) el fomento de la generación con fuentes distribuidas de manera competitiva y minimizando las injusticias sociales.
Ante este panorama EDSO sugiere a las autoridades regulatorias una serie de recomendaciones complementarias a la hora de diseñar las tarifas de retribución a los DSO:
· Los usuarios de la red deberían ser capaces de autogenerar y autoconsumir, si bien también deberían contribuir al coste que les supone estar conectados a la red, incluyendo el coste por tener el respaldo de la red. Recomiendan, asimismo, que los usuarios sean compensados por las DSO cuando adapten su generación o consumo a las señales de la demanda. Por otra parte, se podrían formalizar contratos con los DSO que les garanticen conexiones más rápidas y económicas como compensación a determinados mecanismos a adoptar en momentos de demanda pico. Además deberían recibir información clara y adecuada antes y después de implementar nuevas tarifas para la red de distribución.
· Se sugiere ofrecer a los operadores de fuentes de generación renovable distribuida (que no sean residenciales) una reducción en los cargos de conexión con el fin de incentivar a conectarse en áreas que requieren menos refuerzo de la red, y por lo tanto cuestan menos a la sociedad.
· Las autoridades regulatorias nacionales deberían diseñar las tarifas de retribución de las redes de distribución basándose en la capacidad de suministro, en lugar del enfoque asociado al volumen de energía transportado, limitando así la incertidumbre en sus ingresos. Asimismo se les recomienda establecer períodos de precios cortos, idealmente un año. El período reglamentario, en cambio, no debería acortarse.
[1] A finales de 2013, la capacidad instalada de sistemas fotovoltaicos y turbinas eólicas en Europa alcanzó los 81 GW y 117 GW respectivamente.