El Consejo Mundial de la Energía ha preparado el video World Energy in 4 minutes en el que se describe el panorama actual del sector energético a nivel mundial.
El video comienza exponiendo que la energía es uno de los principales impulsores del desarrollo económico y social. Si bien hace algunos años prácticamente la principal, y casi única, incertidumbre era la fluctuación del precio del crudo, ahora, con la creciente aparición de nuevas fuentes de energía el sector energético se enfrenta a un mayor número de retos y condicionantes.
El uso de recursos energéticos no convencionales ha generado que las reservas de crudo se cuadripliquen; aun así el crecimiento de las energías renovables, excluyendo la generación hidroeléctrica a gran escala, ha sido más lento de lo que se esperaba.
Según las estimaciones, en 2050 se duplicará la demanda de energía actual, aumentando el peso de la electricidad en el mix energético. En este contexto, se considera que las energías renovables, especialmente la energía solar, registrarán los crecimientos más rápidos llegando a contribuir entre el 20 y 30 por ciento del mix energético global, si bien los combustibles fósiles seguirán representando la mayor parte.
Por otro lado, existe el riesgo de que los gases de efecto invernadero puedan duplicarse e incluso cuadriplicarse hasta el 2050 en comparación con los niveles del año 1990. Dado este contexto, los reguladores han mostrado su preocupación por la ausencia de un marco climático claro. A ello se le añade que la actual incertidumbre sobre los precios del carbono provoque que los precios de la energía y la alta volatilidad asociada se vuelvan factores críticos.
Los cambios en políticas, el desarrollo tecnológico y las crecientes expectativas del consumidor están evolucionando rápidamente generando mercados cada vez más complejos. Los mercados exigen competitividad y precios asequibles, mientras que los inversores en infraestructuras e innovación se encuentran desincentivados por la incertidumbre regulatoria. Es necesario incrementar los esfuerzos en inversión, innovación, incentivos y normas técnicas; de manera que se garantice la sostenibilidad del sistema, reduciendo la intensidad energética y garantizando el acceso a la energía a la creciente población mundial. De no ser así, cerca 530 millones de personas podrían no tener acceso a las formas básicas de energía en el año 2050.
El Consejo Mundial de la Energía resume esta situación con el concepto de “tri”-lema energético: proporcionar un acceso seguro, competitivo y medioambientalmente sostenible a la energía.