Este informe ha sido publicado por la AIE con motivo de la reunión del Clean Energy Ministerial (CEM) y analiza la situación de las distintas tecnologías de generación eléctrica: renovables, nuclear, gas natural y carbón. Así mismo, analiza otros sectores con gran influencia en el cambio climático como la industria petroquímica, la del hierro y el acero, el transporte y el sector de la construcción y la necesidad de introducir en el mismo medidas de eficiencia energética.
El informe hace un seguimiento de la situación actual para cada fuente de energía e incluye recomendaciones para alcanzar los objetivos a 2025. Respecto a la electricidad, la AIE destaca cuatro puntos claves:
- Se observa un ascenso imparable del consumo de carbón, que no va acompañado de un desarrollo de sistemas de captura y almacenamiento de carbono, lo que hace que este hecho sea totalmente incompatible con los objetivos del cambio climático.
- En el corto plazo, el gas natural puede jugar un doble papel: en primer lugar, puede reemplazar al carbón y, en segundo lugar es un importante apoyo a la integración de energías renovables con generación variable. Por otro lado, en el medio y largo plazo, el gas debe ser visto como un combustible de transición y no como una solución para producir electricidad con bajas emisiones de CO2.
- La producción a través de fuentes de energía renovable está creciendo y en algunos casos puede llegar a ser competitiva; la experiencia demuestra que equilibrar esta producción con la demanda de energía debe y puede ser gestionada de forma activa.
- El almacenamiento de electricidad puede desempeñar múltiples funciones en un sistema integrado; sin embargo, según este informe, el almacenamiento por sí sólo no es un cambio suficiente para el sistema eléctrico en el futuro.