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Redes eléctricas

Subestaciones eléctricas: Funcionamiento, tipos y componentes

¿Qué es una subestación eléctrica?

Una subestación eléctrica es un punto neurálgico dentro de las redes de distribución eléctrica. Se encarga de transformar los niveles de tensión para que la energía eléctrica pueda ser transportada, distribuida y utilizada de forma segura y eficiente. Su función principal es actuar como enlace entre la generación, el transporte y la distribución de electricidad. Realizan transformaciones de tensión, frecuencia, número de fases o conexiones de dos o más circuitos.

Las subestaciones eléctricas pueden estar diseñadas para ubicarse a la intemperie o en interiores, y su configuración dependerá del tipo de red eléctrica a la que pertenezcan. La integración de tecnología avanzada permite que estas instalaciones gestionen la electricidad de manera más precisa, respondiendo mejor a las necesidades de la red y mejorando la calidad del servicio.

Funciones clave de las subestaciones eléctricas

Transformación de tensión

La transformación de tensión es la función más característica de una subestación eléctrica. Permite elevar o reducir los niveles de tensión según las necesidades del sistema eléctrico. En el transporte de larga distancia, se utilizan tensiones altas para minimizar las pérdidas. Al llegar a zonas de consumo, la tensión se reduce para adecuarse al uso doméstico o industrial.

Esta transformación se realiza mediante transformadores de potencia y distribución. Gracias a ellos, se optimiza la eficiencia energética y se garantiza que la electricidad llegue en condiciones seguras al consumidor final.

Conexión y maniobra de circuitos

Las subestaciones permiten conectar o desconectar tramos de la red eléctrica. Esta capacidad es esencial para tareas de mantenimiento, ampliación o en situaciones de emergencia. Se realiza mediante interruptores automáticos, seccionadores y sistemas de maniobra remota.

Gracias a esta función, el sistema eléctrico se vuelve más flexible y resistente ante fallos. La maniobra controlada de los circuitos evita interrupciones mayores y protege los equipos críticos.

Protección del sistema eléctrico

La protección es una función clave para garantizar una red eléctrica eficiente y segura. Las subestaciones cuentan con relés y dispositivos de protección que actúan automáticamente ante sobrecargas, cortocircuitos o fallos de aislamiento.

Cuando se detecta un fallo, estos sistemas desconectan la zona afectada en milisegundos, evitando daños mayores en el resto del sistema. Esto no solo reduce los daños, sino que también minimiza las interrupciones del servicio.

Medición y control

Medir y controlar el flujo de energía eléctrica es fundamental para gestionar bien la distribución eléctrica. Las subestaciones incluyen equipos de medición de tensión, corriente, frecuencia y potencia.

Estos datos permiten operar la red en tiempo real y detectar anomalías, además de alimentar algoritmos que permiten la automatización de decisiones y alertas en tiempo real.

La supervisión continua asegura que el sistema funcione dentro de sus parámetros óptimos.

Compensación de potencia reactiva

La potencia reactiva puede afectar negativamente al rendimiento del sistema. Para compensarla, las subestaciones integran bancos de condensadores, filtros y reactancias.

Estos dispositivos equilibran la carga y mejoran la eficiencia global del sistema.

Tipos de subestaciones eléctricas

subestaciones electricas

Existen diferentes tipos de subestaciones eléctricas según su función, ubicación o el nivel de tensión que manejan. Cada clasificación responde a necesidades específicas del sistema eléctrico.

Según funcionalidad

  • Subestaciones transformadoras: modifican los niveles de tensión entre distintas etapas de la red eléctrica. Son esenciales para conectar las redes de transporte y distribución, adaptando la energía a las condiciones del consumo final. A su vez pueden ser subestaciones elevadoras que elevan la tensión generada de media a alta o muy alta para poder transportarla. Y subestaciones transformadoras reductoras (reducen la tensión de alta o muy alta a tensión media para su posterior distribución.
  • Subestaciones de maniobra: permiten la conexión o desconexión de líneas sin transformar la tensión. Su función es optimizar la operación de la red y facilitar labores de mantenimiento o respuesta ante incidencias.
  • Subestaciones de medida: registran parámetros eléctricos sin intervenir en la transformación o conexión de líneas. Se emplean para controlar el flujo de energía y verificar la calidad del suministro.

Según ubicación

  • Subestaciones al aire libre: se instalan en espacios abiertos, como áreas rurales o polígonos industriales. Su construcción es más económica, pero requieren mayor superficie y medidas de protección frente al clima.
  • Subestaciones interiores: están integradas dentro de edificios o recintos cerrados, normalmente en entornos urbanos. Reducen el impacto visual y son más seguras frente a condiciones ambientales extremas.
  • Subestaciones móviles: se desplazan según las necesidades operativas. Son ideales para situaciones temporales, como emergencias, mantenimientos o refuerzos en eventos con alta demanda energética.

Según nivel de tensión

En España, las subestaciones eléctricas se clasifican según su nivel de tensión en: baja tensión (BT), media tensión (MT), alta tensión (AT) y extra alta tensión (EAT)

A continuación, se detallan las categorías y sus rangos de tensión:

  • Baja Tensión (BT): Tensiones nominales menores o iguales a 1000V (1 kV).
  • Media Tensión (MT): Tensiones nominales mayores a 1000V (1 kV) y menores a 100 kV.
  • Alta Tensión (AT): Tensiones nominales iguales o mayores a 100 kV e iguales o menores a 230 kV.
  • Extra Alta Tensión (EAT): Tensiones nominales mayores a 230 kV, pero menores a 1000 kV.

Además, dentro de la alta tensión, se pueden distinguir subcategorías como:

  • Primera categoría de AT: Tensiones superiores a 66 kV e inferiores o iguales a 220 kV.
  • Segunda categoría de AT: Tensiones superiores a 30 kV e inferiores o iguales a 66 kV.

Componentes esenciales de una subestación eléctrica

Cada subestación eléctrica está compuesta por una serie de elementos que permiten transformar, controlar y proteger el flujo de energía dentro del sistema eléctrico.

Transformadores de potencia y distribución

Los transformadores son el núcleo operativo de la subestación. Permiten modificar la tensión eléctrica para adaptarla a distintas fases de transporte o consumo. Los de potencia actúan entre redes de alta tensión, mientras que los de distribución trabajan a menor escala, llevando la energía a su destino final con eficiencia y seguridad.

Interruptores automáticos y seccionadores

Los interruptores automáticos cortan el flujo de energía de forma inmediata ante fallos, mientras que los seccionadores permiten abrir o aislar circuitos de manera controlada. Ambos garantizan la continuidad del suministro, evitan daños mayores y facilitan las maniobras de mantenimiento sin poner en riesgo la red eléctrica.

Sistemas de protección y control

Los sistemas de protección detectan anomalías como sobrecargas o cortocircuitos y actúan desconectando las partes afectadas. Están integrados con unidades de control que recopilan datos y permiten operar la subestación de forma remota. Esto mejora la capacidad de respuesta y refuerza la seguridad operativa del sistema eléctrico. También existen sistemas de protección pasivos, como los pararrayos, los fusibles y relés, que protegen las estaciones de sobretensiones y cortocircuitos.

Sistemas de refrigeración y mantenimiento

Los sistemas de refrigeración mantienen los equipos a temperaturas seguras mediante aire, aceite o gases especiales. El mantenimiento preventivo incluye inspecciones periódicas, limpieza de componentes y análisis térmicos. Estas tareas prolongan la vida útil de los equipos y evitan fallos que podrían comprometer la estabilidad de la red.

Operación y mantenimiento de las subestaciones eléctricas

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La operación de una subestación debe ser precisa y controlada, siguiendo protocolos que eviten interrupciones. El mantenimiento puede ser preventivo, correctivo o predictivo, según la necesidad. Las tecnologías actuales, como la IA,  permiten detectar fallos antes de que ocurran, lo que mejora la fiabilidad del sistema, reduce costes y garantiza una red más eficiente y segura.

La seguridad de la subestación eléctrica

Garantizar la seguridad en una subestación eléctrica implica proteger tanto a las personas como a los equipos. Se aplican medidas como señalización clara, control de accesos, sistemas contra incendios y aislamiento de zonas de alta tensión. Estas acciones reducen riesgos, evitan accidentes y aseguran una operación continua en condiciones seguras.

Normativa y regulación aplicable a las subestaciones eléctricas

Las subestaciones eléctricas deben cumplir una normativa técnica rigurosa que garantiza su seguridad y eficiencia. En España, destacan el REBT, el Reglamento de Alta Tensión y diversas normas UNE. Estas regulaciones establecen requisitos sobre diseño, instalación y operación, asegurando que cada subestación funcione de forma legal, segura y adaptada al entorno. También se están aplicando requisitos europeos como los del Reglamento (UE) 2019/943 sobre el funcionamiento del mercado interior de la electricidad.

Subestaciones eléctricas y redes inteligentes (Smart Grids)

Las redes inteligentes integran las subestaciones en sistemas digitales capaces de gestionar el flujo de energía en tiempo real. Esto permite optimizar el consumo, detectar fallos de forma anticipada y facilitar la integración de energías renovables. Las subestaciones en las smart grids actúan como nodos clave que permiten la gestión activa de la demanda, el almacenamiento y la generación distribuida.

Las subestaciones eléctricas en la transición energética

Las subestaciones eléctricas desempeñan un rol fundamental en la transición energética, al facilitar la integración de fuentes renovables como la solar o la eólica. Adaptan los niveles de tensión y estabilizan el flujo de energía en redes cada vez más descentralizadas. Su modernización es esencial para avanzar hacia un modelo energético más limpio y sostenible.

El futuro de las subestaciones eléctricas

Las subestaciones eléctricas evolucionarán hacia modelos más digitales, compactos y automatizados. La incorporación de inteligencia artificial, sensores avanzados y sistemas de control remoto permitirá operar con mayor precisión y adaptarse rápidamente a cambios en la demanda.

Su diseño tenderá a reducir el impacto visual, el ruido y a ser compatibles con zonas urbanas densas.

. Estas mejoras harán posible una red eléctrica más flexible, resiliente y preparada para afrontar los retos tecnológicos y medioambientales del futuro energético.

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