En este trabajo, los autores se basan en la relación que existe a largo plazo entre el consumo de energía primaria, los ingresos reales, la población y la tecnología para proyectar el consumo de energía primaria de 56 países hasta 2100.
Para esta previsión, los autores han trabajado con cuatro escenarios socioeconómicos diferentes desarrollados por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), asumiendo diferentes desafíos para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.
Los resultados del estudio muestran, en la mayoría de los escenarios, un fuerte aumento en el consumo mundial de energía, seguido por una estabilización y una disminución en la segunda mitad del siglo. Las razones que justifican este comportamiento son: 1) el lento crecimiento de la población, 2) la saturación de las infraestructuras y 3) el aumento de la productividad total de los factores. Esto significa, que los países que avanzan hacia sociedades basadas en el conocimiento, tendrán mayor eficiencia energética y es probable que su consumo de energía primaria disminuya como consecuencia.
Sin embargo, se espera que el consumo mundial de energía primaria aumente significativamente en las próximas décadas, por lo que aumentará la presión sobre los políticos para hacer frente a las cuestiones de seguridad energética y de mitigación de los gases de efecto invernadero.