ECOFYS ha publicado en abril de 2016 el informe “Public funding for energy efficiency in the EU”. En él se analizan los avances realizados en mejora de eficiencia por los distintos países europeos a través del examen de la financiación pública de proyectos vinculados a este ámbito.
La Directiva de Eficiencia Energética (EED, por sus siglas en inglés), aprobada en 2012, tiene el objetivo de ayudar a los diferentes gobiernos de la UE a desarrollar leyes y mecanismos financieros que impulsen medidas de eficiencia energética y así poder reducir el consumo. De esta manera, se marcó el objetivo de que la UE consiguiera una mejora de la eficiencia energética en un 20%. Para lograrlo, es fundamental monitorizar periódicamente los avances que se realizan en la materia.
En Europa, la financiación pública de los programas de eficiencia energética incrementó de 6.000 millones de € en 2012 a 7.100 millones de € en 2014. La construcción (5.400 millones de €) fue, con diferencia, el sector que recibió más ayudas públicas a la eficiencia energética, seguido por el transporte (535 millones de €) y la industria (456 millones de €).
Por lo general, en Europa, la financiación pública para la mejora en eficiencia energética se articula de tres maneras: i) préstamos (2.700 millones de €) ii) subvenciones y subsidios (2.200 millones de €) e iii) incentivos fiscales (1.600 millones de €). No obstante, estos medios de financiación varían dependiendo del país.
Los principales países con mayor financiación pública para la eficiencia energética son Alemania (1.984 millones de €) e Italia (1.159 millones de €). Ambos han mantenido un crecimiento moderado de su gasto en esta materia en los últimos años. Por otro lado, Francia, el tercer país con mayor financiación pública en la materia, ha reducido su gasto público desde 1.400 millones de € en 2012 a 850 millones de € en 2014.
España ha sido uno de los países con mayor crecimiento en su financiación pública para la mejora de eficiencia energética, siendo el cuarto país de Europa con más recursos públicos destinados a la materia. En concreto de 2012 a 2014 la financiación pública se incrementó de 236 millones de € a 800 millones de €. Los principales sectores beneficiados fueron la construcción (70-75%) y el transporte (25-30%). En el sector del transporte ha habido dos principales programas: el Plan PIVE que incentiva la modernización del parque automovilístico y el Plan MOVELE que fomenta la compra de vehículos eléctricos. Hasta 2013 prácticamente toda la financiación pública en eficiencia energética en España se concretaba en subvenciones gubernamentales. En 2014, se introdujeron, además, los préstamos a intereses bajos que han llegado a representar más de un tercio de financiación pública para la eficiencia energética.