Según el informe, el cambio climático y la crisis económica son las dos caras de un modelo de desarrollo insostenible. Las emisiones de CO2 siguen acopladas al desarrollo económico, por lo que en estos últimos años de crisis y recesión también han experimentado un descenso. En 2012 las emisiones de gases de invernadero disminuyeron un 1,9% respecto al año anterior. En el periodo 2008-2012 España emitió una media de 24,5% de incremento frente al año base, superando así el 15% asignado por el Protocolo de Kioto.
El sector energético es el mayor responsable del conjunto de las emisiones, que en 2012 representó el 78% del total. Las emisiones más importantes se deben a la generación de electricidad (23,5%) y al transporte por carretera (21,7%). El sector eléctrico es donde hay más posibilidades de reducir las emisiones y a un menor coste. Las energías renovables en España han evitado en 2012 la emisión de 38 millones de toneladas de CO2 y cerca de 200 millones de toneladas de CO2 durante el periodo 2008-2012.
Para consolidar la tendencia de descenso de emisiones cuando se inicie la recuperación económica es imprescindible dar un giro a la política energética para fomentar un modelo sostenible, eficiente y renovable, implicando a todas las administraciones y agentes económicos y sociales.
El informe incluye una serie de recomendaciones entre las que se incluyen:
· Reforzar el mercado de derechos de CO2 y los objetivos de emisiones para los sectores difusos
· Acabar con la incertidumbre regulatoria en el sector eléctrico.
· Fomentar las energías renovables y regular el autoconsumo con balance neto
· Trasponer la directiva de eficiencia energética
· Fiscalidad verde en los sectores de la edificación y transporte
· Electrificación y mejora de eficiencia en el transporte.