La Directiva 2010/75/UE sobre las emisiones industriales, afecta aproximadamente a 50.000 instalaciones industriales de toda la UE, entre las que se cuentan las industrias energéticas, la producción y transformación de metales, las industrias minerales, la industria química, la gestión de residuos y algunas otras actividades de ganadería intensiva.
Esta directiva incluye unas cláusulas de revisión (art. 30.9 y 73) que permiten seguir analizando una serie de actividades en lo concerniente a su potencial para generar contaminación y a las posibles estrategias para reducirla.
En este informe, la Comisión determina los potenciales beneficios ambientales que podrían obtenerse modificando la actual legislación comunitaria o desarrollando nuevos instrumentos para luchar contra las emisiones procedentes de las actividades de combustión en instalaciones con potencia inferior a 50 MW.
Respecto a las grandes instalaciones de combustión, la Comisión considera que, en este momento,o no hay necesidad de modificar los valores límite de emisión a escala de la Unión ni de fijar otros nuevos, dado que, a medida que se vayan actualizado las pertinentes conclusiones sobre las mejores técnicas disponibles, seguirán publicándose e incorporándose a los permisos de funcionamiento de las instalaciones. Sin embargo, también reconoce que la utilización de los valores límite de la Directiva sobre grandes instalaciones de combustión no garantiza que se apliquen las mejores técnicas disponibles, y esta práctica ha dado lugar a un déficit en su penetración dentro de este sector.