El UK Energy Research Centre (UKERC) ha publicado el estudio titulado: “Deconstructing the European Energy Union: Governance and 2030 Goals”, en el que analiza los retos que la Unión Energética para el conjunto de países que componen la Unión Europea (EU).
La propuesta de Unión Energética de la UE abarca cinco ámbitos distintos:
· La seguridad energética, la solidaridad y la confianza entre los Estados Miembro.
· La plena integración del mercado energética.
· La eficiencia energética como medio para moderar la demanda.
· La descarbonización de la economía.
· La investigación, innovación y competitividad.
A pesar de que la Comisión Europea está pidiendo, desde enero de 2014, un nuevo modelo regulatorio que permita avanzar en estos cinco ámbitos, todavía no existe una base legal y una autoridad clara a nivel europeo que lidere esta transición.
Las diferentes tensiones geopolíticas que han surgido en Europa en los últimos meses, han afectado también a la agenda energética europea. En este sentido destacan los conflictos y sanciones impuestas a Rusia, proveedor clave de gas en Europa, tras su intervención en Ucrania. De la misma forma, la aprobación del Paquete de Clima y Energía 2030, que establece un objetivo vinculante para la Unión Europea, pero no en los Estados Miembro, evidencia la necesidad de un nuevo régimen energético que coordine y armonice las actuaciones de cada país.
Ese concepto de “gobierno energético” en UE es clave para el desarrollo de los cinco ámbitos expuestos. Este gobierno debería articularse a través de una autoridad multinivel diseñada para mejorar el cumplimiento de los objetivos europeos y de los compromisos adoptados por cada país. Sin embargo, continúa siendo una figura falta de definición y que necesita de mayor desarrollo. Su concreción debería servir para dotar de una mayor seguridad a los inversores y una mayor transparencia, además de reforzar la coherencia y los mecanismos de coordinación y supervisión de la Unión Europea.
A través de acciones como la creación de este liderazgo europeo, los Estados Miembro y las instituciones de la UE deben tomar la responsabilidad conjunta de decidir objetivos europeos comunes, a pesar de que esto suponga una limitación de su soberanía nacional en materia energética en el corto plazo. Sin embargo, es parte de un proceso que ofrece seguridad energética a largo plazo, sostenibilidad y competitividad; necesario para alcanzar una verdadera Unión Energética.