El pasado 20 de octubre Energía y Sociedad, en colaboración con la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (ETSII) de la Universidad Politécnica de Madrid, celebró la jornada “Transición energética: Pasos hacia un nuevo modelo energético”.
Helena Lapeyra, socia de energía de PwC, inauguró la jornada señalando que todos los agentes del sector coinciden sobre la necesidad de una transición energética, pero que, sin embargo, aún existe un gran debate sobre el grado de ambición que España debe marcarse como país y la hoja de ruta a seguir para alcanzar esa meta.
«Tenemos que ambicionar un futuro más sostenible, pero dotándolo de una gran dosis de realismo, que pasa por tener una visión 360 grados de la situación»
Helena Lapeyra (Socia, PwC)
Para determinar el camino a seguir, Helena apuntó que la transición energética debe ser contemplada desde una perspectiva integral, más allá de su efecto medioambiental. Por ello, se debe tener en cuenta el impacto que las medidas adoptadas puedan tener sobre la sostenibilidad técnica del sistema -o en otras palabras, la seguridad de suministro-, así como sobre la sostenibilidad económica –es decir, que la factura eléctrica no merme la competitividad de empresas y ciudadanos
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Alberto Nadal, Secretario de Estado de Energía, presentó las bases del nuevo modelo de Transición Energética
El Secretario de Estado de Energía, D. Alberto Nadal, inició la jornada repasando algunos de los retos a resolver para conseguir una transición energética exitosa.
Por un lado, destacó el avance tecnológico y la reducción de coste que han experimentado las energías renovables en los últimos años. Sin embargo, a su juicio, éstas no alcanzarán una auténtica competitividad hasta que sus costes, incluyendo los correspondientes a los sistemas de almacenamiento eléctricos necesarios para obtener esa seguridad de suministro mencionada, igualen al de las tecnologías de generación tradicional. Por ello, el despliegue de las renovables debe llevarse a cabo de forma paulatina y sensata, a un precio y ritmo razonable, sin cometer los errores del pasado.
Para poder integrar las energías renovables intermitentes en el sistema sin comprometer la seguridad de suministro, es necesario tener una potencia de respaldo que cubra las necesidades eléctricas de los consumidores en los casos en los que el recurso renovable no esté disponible.
Por otro lado, el Secretario de Estado destacó la necesidad de utilizar al máximo la infraestructura existente, refiriéndose tanto a los activos de generación, como a las redes de transporte y distribución. Así, en el caso de la generación nuclear, expuso que el cierre prematuro de las centrales (sin una justificación objetiva) podría elevar el coste de energía en un 25 – 30%. Además el cierre de estas centrales nucleares conllevaría la necesidad de sustituirlas por otras fuentes fósiles, lo que alejaría a España de los objetivos de reducción de emisiones de carbono establecidos por la Unión Europea.
«Un mix de renovables junto al parque nuclear contribuirá a reducir considerablemente las emisiones de CO2»
Alberto Nadal (Secretario de Estado de Energía)
La eficiencia energética será también un aspecto clave a desarrollar durante la transición del modelo. En este sentido, ya se puede observar un cambio importante en los hábitos de los consumidores, provocado, en buena parte, tanto por el ahorro que obtienen en la factura eléctrica como por una mayor concienciación climática. Gracias a ello en los últimos 4-5 años se ha conseguido el hito de desacoplar, por primera vez, el crecimiento económico y el consumo energético.
Por último, la hoja de ruta que se marque España no debe contener medidas cortoplacistas constreñidas por la duración de una legislatura o por intereses electorales. Esta transición debería diseñarse mediante un proceso participativo y colaborativo entre los diferentes partidos políticos y agentes involucrados para dotarla así de unas bases consensuadas, sólidas y estables a largo plazo.
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Primera Mesa: Retos técnicos de la transición del modelo energético hacia la sostenibilidad medioambiental:
En la primera mesa redonda, moderada por Jaime Rodríguez (Coordinador del Máster en Ingeniería Eléctrica de la ETSII-UPM), María Sicilia (Directora de Estrategia de Enagás) recalcó la importancia del gas natural, como energía limpia, en el cumplimiento de los objetivos medioambientales.
De cara a acometer esta transición energética, es importante utilizar todas las tecnologías eficientes y económicas a día de hoy.
«El gas natural es el mejor aliado de las renovables, ya que permite su integración y asegura el suministro de electricidad»
María Sicilia (Directora de strategia de Enagás)
En el sector eléctrico, constató que el gas natural no compite con las renovables, sino que las centrales de gas son sus mejores aliadas, ya que permiten su integración y aseguran el suministro.
Antonio Cornadó (Presidente del Foro Nuclear) destacó que las centrales nucleares contribuyen a generar una energía segura, competitiva y sostenible, por lo que deben desarrollar un papel clave en la transición energética. Además, expuso los diferentes modelos que se están siguiendo a nivel internacional en lo que respecta a la energía nuclear, poniendo ejemplos como el de Francia, Suecia, Países Bajos o Bélgica que están apostando por el mantenimiento de su parque nuclear. Como contrapunto explicó el caso alemán, que ha decidido cerrar las centrales nucleares anticipadamente, incrementando sus emisiones de CO2 y elevando la factura eléctrica a sus consumidores
José María González Moya, Director General de APPA, expuso la necesidad de que España adopte un objetivo propio en renovables, al igual que lo han implementado otros países como Alemania.
Destacó la reducción de costes que han experimentado la tecnología eólica y solar fotovoltaica en los últimos 7 años,: un 61% y un 82% respectivamente. Concluyó su ponencia defendiendo que España cuenta con los recursos renovables y se encuentra a tiempo para liderar la transición energética.
Figura 1. Evolución de los costes de energía eólica y solar fotovoltaica (LCOE Análisis 9.0, Lazard)
Para cerrar la primera mesa redonda, Miguel Duvisón (Director General de Operación de REE) expuso que a la hora de analizar la transición energética, se deben considerar los aspectos técnicos, además de las cuestiones medioambientales y económicas.
El sector eléctrico cuenta con una alta penetración de energías renovables, con 47% de potencia renovable instalada a septiembre de 2016. Ante la variabilidad de los recursos renovables, destacó el papel de las centrales de bombeo como energía de respaldo.
Ante la necesidad de una integración segura en el sistema de “las renovables no gestionables”, la transición energética deberá basarse en cinco pilares fundamentales: (i) el incremento de los sistemas de almacenamiento; (ii) el refuerzo de las interconexiones internacionales; (iii) la disponibilidad de recursos de balance del sistema; (iv) la importancia de las redes de transporte y distribución junto a grandes centros de generación; y (v) un entorno no discriminatorio en Europa para integrar las energías eficientes en su mix energético.
Figura 2. Potencia instalada en 2016, 100.101 MW (REE)
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Segunda Mesa: Impacto del nuevo modelo energético en la competitividad del sector:
La segunda mesa, moderada por Óscar García (Subdirector de Investigación, Doctorado y Relaciones con Empresas de la ETSII-UPM), se inició con la exposición de Guillermo Ulacia (Presidente de la Comisión de Industria y Energía, CEOE). Comenzó su intervención mencionando el informe publicado recientemente “Energía y Competitividad: Propuestas del Sector Empresarial”, en el que se incluyen 25 propuestas para mejorar la competitividad del sector, de las cuales el ponente destacó algunas de las más relevantes. Entre otras, remarcó la importancia de implementar una buena praxis regulatoria, con validez en todo el territorio, la conveniencia de disponer de un mix diversificado, posibilitando la extensión de la vida de las centrales nucleares, y la necesidad de extraer de la factura los costes ajenos al suministro.
Finalizó su ponencia enfatizando que España debería elaborar un plan a largo plazo, siendo para ello indispensable un Pacto de Estado de larga duración.
«Los consumidores no son capaces de entender cómo funciona el sector eléctrico actualmente, ni cómo está compuesta la tarifa»
Javier Arranz (Responsable en Materia Energética de la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU)
A continuación, Javier Arranz (Responsable en Materia Energética de la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU) comenzó su ponencia reclamando que “hasta la fecha, los consumidores han sido poco protagonistas del cambio energético, cuando deberían tener un papel crucial”. Así, justificó la relevancia de considerar al consumidor en esta transición, al estar adquiriendo un nuevo rol en el sistema. El desarrollo tecnológico debería estar al servicio del consumidor, en particular los contadores inteligentes, ya que tienen un gran potencial. También subrayó la necesidad de tener en cuenta en esta transición al consumidor vulnerable, poniendo de manifiesto que es necesario su definición y que el bono social llegue a los hogares que realmente lo necesiten.
Jorge Morales de Labra (Vicepresidente de la Fundación de Energías Renovables, FER), inició su exposición poniendo el foco en las subvenciones y en las externalidades. Las subvenciones a las fuentes de energía y costes indirectos derivados de sus externalidades (por calentamiento global, contaminación del aire local, etc.) ascendieron a 4,9 billones de € en 2015 (6,5% del PIB mundial).
«El consumidor final no debe asumir los errores de la planificación energética»
Daniel Lacalle (economista)
A continuación, defendió que las energías renovables y las tecnologías de almacenamiento podrían ser competitivas en costes o próximamente. Por ello, consideró que el Acuerdo de París tendrá éxito porque esta vez es rentable desarrollar tecnologías limpias de generación.
Por último, el economista Daniel Lacalle comenzó haciendo énfasis en la necesidad de diferenciar las subvenciones a las energías y a los ciudadanos, siendo el caso de las ayudas que dan los países productores de petróleo a sus ciudadanos mediante la reducción del precio del combustible.
El ponente consideró que no se fomenta la competitividad entre tecnologías, algo que debería ser el motor de esta transición energética. Por ello considera que se debe hacer una transición eficiente centrada en la competitividad dejando de lado planificaciones basadas en proyecciones excesivamente optimistas, en las que el error de una mala planificación acaba siendo pagado por el consumidor final.
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Conclusiones de la jornada:
Para concluir, Helena Lapeyra resumió las principales ideas debatidas durante la jornada. Así, subrayó la necesidad de un Pacto de Estado en materia energética, que tenga una visión a largo plazo de 360º y que evite el diseño de medidas cortoplacistas. El camino a seguir deberá tener en cuenta las lecciones aprendidas, para definir una Hoja de Ruta que permita una transición energética exitosa y eficiente.