El Centre for Climate Change Economics and Policy, junto con el Grantham Research Institute on Climate Change and the Environment han publicado el informe “Beyond the targets: assessing the political credibility of pledges for the Paris Agreement”. En él se propone un sistema para evaluar la credibilidad[1] de los compromisos medioambientales adoptados por los países (INDCs) en el Acuerdo de París. Además aplica dicha metodología a los compromisos presentados por los países del G20[2].
Para garantizar el éxito del Acuerdo Climático aprobado el pasado diciembre durante la Cumbre de París (COP 21), son fundamentales dos factores: el nivel de ambición de los compromisos adquiridos y la credibilidad de los mismos.
Hasta la fecha, el debate se ha centrado en el grado de ambición de los INDCs, que no es suficiente para alcanzar el objetivo de mantener el incremento de la temperatura global por debajo de los 2ºC respecto a la época preindustrial. Sin embargo, apenas se ha discutido sobre la credibilidad de dichos compromisos.
Garantizar la credibilidad de los compromisos es fundamental i) generar una dinámica positiva y de confianza mutua en futuras negociaciones internacionales sobre el clima, y ii) atraer inversión privada y pública a nivel internacional.
Para evaluar la credibilidad, dado que depende de numerosos factores que a menudo interactúan y se refuerzan entre sí, el modelo propuesto los ha agrupado en 4 grandes bloques, que se subdividen en 8 factores clave:
a) Reglas y procedimientos:
· Legislación y políticas coherentes y amplias.
· Procesos transparentes, globales y eficaces de toma de decisiones que eviten la retroactividad.
b) Agentes y organizaciones:
· Organismos públicos especializados que se apoyen en mecanismos de consulta.
· Organismos privados de apoyo.
c) Normas y opinión pública:
· Compromiso activo e internacional por el medioambiente.
· Que la opinión pública sea consciente de la importancia de luchar contra el cambio climático.
d) Desempeño histórico:
· Cumplimiento de los compromisos adquiridos en el pasado.
· Sin historial de abolición de las políticas.
Según estos criterios, el grado de credibilidad de los compromisos adoptados por los países del G20 es razonablemente bueno, sin embargo hay grandes diferencias entre los indicadores de cada país si se miran individualmente. Destaca la puntuación alcanzada por los países industrializados en los indicadores vinculados al proceso de toma de decisiones, a la existencia de organismos públicos y privados de apoyo, y a la concienciación social sobre el cambio climático.
La mayoría de los compromisos de reducción de emisiones del G20 se apoyan en un conjunto de políticas públicas y legislación “moderadamente creíbles” como mínimo. Sin embargo, hay otros indicadores como el proceso de toma de decisiones y la existencia de organismos públicos que puntúa negativamente en algunos casos y presentan oportunidades de mejora.
Tras el Acuerdo en París, los países tienen el reto de incrementar la credibilidad de sus promesas. Los reguladores tienen influencia directa en algunos de los indicadores, sobre todo en las políticas y legislación, procesos de toma de decisiones e instituciones públicas. Otras formas de incrementar la credibilidad son a través de la implementación de mecanismos de fijación de precios a las emisiones de CO2, asignación de responsabilidades claras en las políticas medioambientales, estableciendo organismos independientes consultivos, mejorando la concienciación social sobre los peligros del cambio climático o incrementando la frecuencia de los inventarios periódicos de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
[1] Definida como la probabilidad de que los políticos pongan en práctica las promesas o las políticas que anuncian.
[2] G20: Arabia Saudí, Australia, Canadá, Estados Unidos, India, Rusia, Sudáfrica, Turquía, Argentina, Brasil, México, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, China, Corea del Sur, Indonesia, Japón, UE.