En octubre del 2015 la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (FUNSEAM) realizó un informe repasando las últimas reformas del Sistema Europeo de Comercio de Emisión de Gases de Efecto Invernadero (EU-ETS), analizando en concreto las medidas aplicadas de backloading y de reserva de estabilidad del mercado.
La tercera fase del EU-ETS se planificó en 2009 y entró en funcionamiento en 2013 incluyendo cambios como la centralización en la Comisión Europea (CE) del proceso de asignación de derechos de emisión (EAUs), la introducción de subastas de derechos y la creación de un Registro Central Europeo.
Esta tercera fase, sin embargo, se inició con un excedente de 2.00o millones de EUAs sobrantes de la fase 2, generados a causa de la recesión económica y que fueron absorbidos por la nueva fase. Como resultado de esta sobreoferta, el precio de mercado de los EUAs se mantuvo por debajo de 5€/t, insuficiente para modificar el comportamiento de emisiones en la industria.
Esta sobreoferta llevó a la modificación de la Directiva 2003/87/CE en diciembre de 2013, introduciendo el mecanismo de backloading con el cual se retrasaba la subasta de 900 millones de EUAs correspondiente a los primeros años de la fase 3 (es decir, 2014-2016) hasta los años 2019 y 2020, tratando de reducir los efectos de los excedentes de derechos sobre el precio de mercado. Sin embargo, este mecanismo resultó insuficiente al reducirse las emisiones de CO2 por debajo de las previsiones de la Comisión Europea, consecuencia de las mejoras en la eficiencia energéticas y la incorporación de energía renovables. Por tanto, el mecanismo de backloading no consiguió incrementar el precio de las emisiones por encima de los 5 €/t.
Tras observar la naturaleza estructural del exceso de oferta, en enero 2014, la CE elaboró una propuesta de reforma del EU-ETS en la cual se introducía el mecanismo de Reserva de Estabilidad de Mercado. Este mecanismo pretendía limitar, de manera automática, la inestabilidad de los precios retirando o inyectando derechos al mercado de subastas, basándose en el número de derechos de emisión en circulación al final de cada año. Además, inicialmente se fijó como umbral de activación del mecanismo una banda óptima de 400-833 millones de derechos y se consideró poner el mecanismo en funcionamiento en 2021 junto con el inicio de la fase 4.
Sin embargo, ante la presión de distintos gobiernos, el 18 de septiembre de 2015 la CE ha aprobado una propuesta más ambiciosa, que considera, entre otros, adelantar su creación a 2018 (comenzando la transferencia de derechos a partir del 1 de enero de 2019) y transferir a la reserva los 900 millones de EUAs del mecanismo de backloading, así como los EUAs no asignados en 2020. En esta propuesta, la CE será responsable del seguimiento del funcionamiento de la reserva, aplicando cambios si fuese necesario. Con estas medidas se pretende lograr elevar el precio de EUAs en torno a 15 €/t para el año 2020.
Por último, el informe concluye recordando que independientemente a la evolución futura de las emisiones CO2, la Reserva de Estabilidad de Mercado tiene que ser lo suficientemente flexible, eficaz y revisable como para ajustar tanto los umbrales como los volúmenes de EUAs de manera que garanticen evitar situaciones de exceso de EUAs, logrando un equilibrio entre una señal de precio que fomente sistemas bajos en emisiones de CO2 y la competitividad de la industria europea.
