El Parlamento Europeo ha publicado el video titulado “EU ETS: Cutting emissions by putting a price on them” en el que se describe el funcionamiento del sistema europeo de comercio de emisiones y las barreras a las que se está enfrentando para cumplir su objetivo.
Una de las posibles soluciones para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero pasa por obligar a los contaminadores a pagar y recompensar a las industrias que reducen las emisiones de CO2. El mercado de emisiones de carbono, donde se comercia con derechos de emisión, busca, precisamente ese objetivo.
En el año 2005 se creó el sistema europeo de comercio de emisiones (EU ETS), cada Estado miembro fijó las cuotas de emisiones para sus industrias, que validadas por la Comisión Europea se reducen anualmente. Las industrias pueden recibir derechos de emisión de forma gratuita (según el sector) o comprarlos en subastas. Así, si una instalación emite menos CO2 del que se le había asignado, podrá vender los derechos que no necesite a otra que pretende contaminar más de lo que le correspondería.
En teoría, este sistema favorece a los que menos contaminan, y obliga a quienes más contaminan a adoptar métodos de producir medioambientalmente más sostenibles. Sin embargo, con la crisis económica y financiera el precio de la tonelada de CO2 se desplomó. Si bien el precio debería superar los 25 €/tonelada para animar a las empresas y los países a tomar medidas de descarbonización, los precios actuales son mucho menores.
Para contrarrestar esta tendencia, el Parlamento Europeo aprobó la retirada temporal de 900 millones de derechos de emisión de CO2 del mercado entre 2014 y 2016 (“backloading”). Además, también se aprobó un mecanismo para retirar anualmente y de forma automática un porcentaje de los derechos que estén circulando en el mercado y transferirlos a una reserva (“market stability reserve”).
El video concluye recordando que más de 11.000 empresas de sectores como la aviación, la energía y la fabricación de celulosa están obligadas a participar en el mercado de emisiones. Sin embargo, otros sectores como los edificios, el transporte no aéreo y los residuos no están todavía incluidos en el sistema EU ETS.