El sector eléctrico está atravesando una época de profundos cambios. Junto con el peso cada vez mayor que tienen las fuentes renovables en el mix energético, se tiende hacia un sistema eléctrico más inteligente, capaz de combinar el actual modelo centralizado con la generación distribuida.
En este contexto, Eurelectric publicó el pasado mes de junio de 2015 el informe “Prosumers – an integral part of the power system and the market”, en el que analiza la integración de los usuarios de autoconsumo en el sistema eléctrico y las reformas regulatorias necesarias para ello. Para la asociación eléctrica europea, el objetivo de dichas reformas debe ser lograr un reparto justo de los costes y beneficios asociados al autoconsumo, y para ello recomienda:
i. Que el autoconsumo sea una elección de los consumidores, y no el resultado de aplicar incentivos artificiales (subvenciones, etc.).
ii. Que los autoconsumidores se integren en el mercado y en el sistema eléctrico, de forma que no se distorsione el mercado. El desarrollo del autoconsumo se debe llevar a cabo de forma económicamente sostenible, evitando el uso de subvenciones indirectas.
iii. Que los autoconsumidores contribuyan a sostener el coste de las redes de transporte y distribución de la misma forma que el resto de consumidores. Para ello, la evolución hacia las tarifas de las redes basadas en la capacidad contribuiría a garantizar que los consumidores paguen por la red que utilizan.
iv. Que la regulación aplicable a los operadores del sistema de distribución (DSO por sus siglas en inglés) facilite las inversiones en redes inteligentes.
v. Que se evite el uso de la factura eléctrica como vía de recaudación de impuestos no relacionados con la energía.