Durante las dos últimas décadas se han llevado a cabo muchas investigaciones sobre el cambio climático y se han publicado muchos estudios sobre la sostenibilidad. Sin embargo, los problemas ambientales no se han resuelto y las mejores publicaciones permanecen enfocadas en la empresa y no sobre la necesidad de un cambio en el sistema.
El año 2010 fue el año más caluroso de la historia, siendo esa década la más cálida desde 1880. En ciertos lugares como Australia y el Ártico, los impactos del cambio climático ya son evidentes. En el futuro, como el CO2 sigue en aumento, podemos esperar más situaciones extremas como inundaciones, sequías, incendios, la fusión de los casquetes polares, etc. Estos cambios tienen profundas implicaciones sobre la manera de gestionar y organizar nuestras sociedades.
En el informe se recomienda que, antes de poder administrar algo, hay que entender el sentido a la situación. En un entorno complejo, los agentes tienen que colaborar estrechamente con los expertos en cambio climático y tienen que prestar atención a las señales sutiles y analizar cómo pueden afectar localmente aunque esté geográficamente lejos. Si los agentes no prestan suficiente atención, se encontrarán con una situación de crisis que se podría haber evitado. La autora sostiene es esencial para los directivos y académicos tener una mayor enfoque sistémico y colaborar con las ciencias naturales y la población local.
Making Sense of Climate Change: How to Avoid the Next Big Flood
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