La demanda de la calidad del aire depende de los impactos en la salud y las inversiones preventivas que mejoran dicha salud. No obstante, muy pocas investigaciones han evaluado la importancia empírica de estas acciones preventivas. Por ello, este estudio del Institute for the Study of Labor (Alemania) analiza cómo un mercado importante como el de cap-and-trade, que ha logrado una drástica reducción de las emisiones de NOx, es un elemento clave en la formación del ozono.
Mediante un amplio cuasi-experimento, el documento revela que el mercado cap-and-trade redujo el ozono en verano, así como los gastos farmacéuticos y las tasas de mortalidad. El estudio estima que estas reducciones en gastos farmacéuticos y mortalidad ascienden, cada una de ellas, a 900 millones de dólares al año, sugiriendo que las inversiones preventivas responden, en gran medida, a la predisposición a pagar.
El informe concluye, con ciertas reservas, que la reducción de la capa de ozono es el primer indicador de estos resultados. Esto evidencia que los costes asociados a esta reducción son mayores de lo que se creía.