La Unión Europea ha situado el hidrógeno a la vanguardia de sus ambiciosos objetivos de neutralidad climática. La UE pretende aprovechar el potencial del hidrógeno en diversos sectores, como la industria, el transporte y la producción de energía, para contribuir a alcanzar su objetivo de neutralidad climática en 2050. Sin embargo, el hidrógeno puede plantear varios problemas climáticos en función de cómo se produzca, gestione y utilice.
En este acto se debatirán los últimos avances científicos en torno a las emisiones de hidrógeno y sus implicaciones climáticas. Hasta la fecha, las fugas de hidrógeno se han considerado un problema de seguridad. Puede provocar un calentamiento significativo a corto plazo al aumentar las cantidades de gases de efecto invernadero de vida corta en la atmósfera a través de reacciones químicas. Dependiendo de la cantidad que se emita, los beneficios climáticos previstos pueden verse gravemente mermados a corto plazo.
Por lo tanto, es crucial garantizar que el hidrógeno se utiliza de forma estratégica y eficaz. Para ello es necesario un marco político adecuado y garantizar que las empresas incorporen planes para hacer frente a las emisiones de hidrógeno en una fase temprana del diseño del proyecto.
Participe en esta conferencia virtual de Euractiv para conocer los últimos avances científicos sobre las emisiones de hidrógeno y debatir sus implicaciones. Entre las cuestiones que se abordarán figuran:
- ¿Qué medidas debe adoptar la industria para limitar las emisiones de hidrógeno en toda la cadena de suministro?
- ¿Cuáles son las 3 principales oportunidades políticas en los próximos 5 años y las medidas políticas más adecuadas para limitar las emisiones de hidrógeno?
- ¿Cuál es la mejor manera de aprovechar el flujo actual de inversiones, incluidas las procedentes del Banco del Hidrógeno de la UE, para mitigar y abordar los riesgos?
- ¿Qué avances se han producido en el ensayo de nuevas tecnologías? ¿Cómo ha progresado recientemente el uso del hidrógeno gracias a las nuevas tecnologías?
- ¿Cuáles son las lecciones tecnológicas más importantes aprendidas de otros países que la UE debería tener en cuenta?